La clase invertida
Tengo sentimientos encontrados con esta metodología. Probablemente sea uno de los motivos que causen mi ansiedad en estos momentos, sin embargo, no puedo negar que es un recurso demasiado útil en los tiempos que corren (me abstengo a repetir la típica muletilla).
Hablando de forma objetiva, se trata de preparar una clase en forma de video previamente a la clase síncrona. Este video trata temas teóricos en los que se va a basar la clase online posterior, la cual suele estar enfocada a la práctica. De esta manera, el alumno o alumna aprende la teoría de forma autónoma, con videos explicativos detallados que se adaptan a cada estudiante, ya que éste tiene libertad para parar, dar marcha atrás y volver a repetir los conceptos que no han comprendido. Los alumnos de esta forma, toman un papel más activo en la clase y la asignatura que se imparta.
Ahora viene la parte en la que hablo de forma personal. Esta metodología es útil y práctica para la modalidad online, cierto. Sin embargo, el docente no solo trabaja el doble, sino el triple. Debe programar dos veces, corregir dos veces, sin mencionar el montaje del vídeo y la preparación de las actividades además de anticiparte a la clase síncrona. Todo esto, para que luego los estudiantes no terminen de visualizar los vídeos, o encuentren problemas o brechas digitales a la hora de realizar las tareas. Es una metodología impresionante a la vez que frustrante para la que hay que estar preparado.
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